.-Misterio empezó a llevar una vida aun más desenfrenada. Encabezando enfrentamientos contra las hinchadas rivales, pogueando en los conciertos de los rockeros de Leusemia, o en tantas borracheras interminables con sus hermanos de la Trinchera, donde al fin había encontrado la familia que tanto buscó, y donde en varias ocasiones dejaba de ser Misterio, el peleador que desafiaba policías, y pasaba a ser simplemente el Loco, como lo conocían los más íntimos, un tipo carismático y bromista.
.-Lamentablemente para Misterio y sus amigos, la turbulencia en la que vivía lo acercaba a caminos cada vez más peligrosos.
.-Las continuas discusiones con su novia, quien le reprochaba su estilo de vida, la muerte de Caradura, un joven integrante de su grupo de hinchas en Lurigancho, ocasionada por una bala que estaba dirigida hacia él, y el otro disparo que recibió en el hombro luego de una bronca, probablemente fueron factores que aumentaron su paranoía en esas noches colmadas por la cocaína y el alcohol.
.-Tal vez el trabajo informal en la Bolsa de Valores de Lima no era lo suficientemente lucrativo como él hubiese querido, pero siempre le quedaba el recurso de la labia para conseguir regalada alguna que otra casa de licores.
.-Como la que encontraron en la habitación que tenía alquilada en una casa de Jesús María. Algunas botellas vacías de vodka Ursus daban cuenta de las dimensiones de la borrachera.
domingo, 22 de julio de 2007
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